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JESUCRISTO REY DEL UNIVERSO

SEMANA SANTA

“Nuestro Señor Jesucristo, siendo rico,
por vosotros se hizo pobre” (
2Cor 8,9)

Queridos hermanos y hermanas:

 1.- SALUDO 

1.- Los vuelvo a saludar ahora con mis reflexiones para la Semana Santa en donde vivimos plenamente la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, todos los cristianos nos debemos unir sin importar su denominación cristiana (protestantes, luteranos, anglicanos, mormones etc.), espero que este análisis de los últimos días y horas de Nuestro Señor Jesucristo en donde pudo cumplir su misión para salvar a toda la humanidad nos lleve a un verdadero sentido cristiano, nuevamente los saludo y les deseo una feliz Semana Santa y Pascuas de Resurrección.

 2.- ANTECEDENTE A LA SEMANA SANTA: LA CUARESMA “ARREPIENTETE Y CREE EN EL EVANGELIO” 

2.- Como ya había citado anteriormente, (en mi mensaje cuaresmal), la Cuaresma es un tiempo de cambio, de penitencia y de reflexionar sobre el misterio pascual.

Tanto los judíos como los cristianos la fiesta de la Pascua es una fiesta muy grande pero esto antecede a un tiempo de espera en donde también los judíos esperan cuarenta días, conmemorando que eso duro Moisés en presencia de Dios para darle las tablas de los Mandamientos, para nosotros los cristianos conmemoramos en que Jesucristo ayuno durante cuarenta días y cuarenta noches y fue tentado por Satanás.

 

3.- Es importante recalcar que durante este tiempo el cristiano se debe preparar para poder presenciar la Semana Santa asistiendo al templo, practicando la limosna como lo menciona nuestro papa Benedicto XVI en su mensaje de Cuaresma, (véase Mensaje de Su Santidad para la Cuaresma 2008 ), otras practicas seria el ayuno, la abstinencia y la ayuda al prójimo, siempre que estos sean realmente de corazón y no hipócrita recuerda que tu Padre que ve en lo secreto te lo recompensara.

 

4.- Pidámosle al Señor por cada una de nuestras intenciones y acerquémonos al sacramento de la Reconciliación y de la Eucaristía en este tiempo.

 3.- DOMINGO DE RAMOS “BENDITO EL QUE VIENE EN NOMBRE DEL SEÑOR”           5.- “Cuando se acercaban a Jerusalén y llegaron a Betfagé, junto al monte de los Olivos, Jesús mandó dos discípulos, diciéndoles:
-«Id a la aldea de enfrente, encontraréis en seguida una borrica atada con su pollino, desatadlos y traédmelos. Si alguien os dice algo, contestadle que el Señor los necesita y los devolverá pronto.»
Esto ocurrió para que se cumpliese lo que dijo el profeta:
«Decid a la hija de Sión: "Mira a tu rey, que viene a ti, humilde, montado en un asno, en un pollino, hijo de acémila".»
Fueron los discípulos e hicieron lo que les había mandado Jesús: trajeron la borrica y el pollino, echaron encima sus mantos, y Jesús se montó. La multitud extendió sus mantos por el camino; algunos cortaban ramas de árboles y alfombraban la calzada. Y la gente que iba delante y detrás gritaba:
-«¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en el cielo!»
Al entrar en Jerusalén, toda la ciudad preguntaba alborotada:
-«¿Quién es éste?»
La gente que venía con él decía:
-«Es Jesús, el Profeta de Nazaret de Galilea.»”
(San Mateo 21, 1-11)  6.- El Domingo de Ramos, primer día de la Semana Santa, me pone a reflexionar la humildad de Jesucristo ahí  podemos observar uno de los más bellos capítulos cuando Jesús entra a Jerusalén, par preparar la fiesta de la Pascua judía, no como un rey ostentoso si no como una de las gentes más humildes, montado en un burrito, así se muestra como Jesucristo viene  y vive como casi toda la población judía en aquellos tiempos. 7.- “¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en el cielo!” se gritaba por donde andaba Jesús en aquellas estrechas calles, toda esa gente reconocía a Jesús como el Mesías, prometido por todos los profetas, ese día la liturgia nos invita a escuchar toda la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, para así poderla vivir plenamente. 8.- Ese día en el templo se bendicen las palmas que los fieles traen consigo en memoria de cómo el pueblo alabo a Jesús y después se guardan en lugar especial de la casa, en el templo se guardan para que el próximo año se quemen y saquen la ceniza. 9.- En conclusión el Domingo de Ramos es un día para reflexionar en como Jesús a una semana de su Santa Resurrección se prepara y entra triunfante pero de una manera humilde y no ostentosa. 

4.- JUEVES SANTO LA SANTA CENA DEL SEÑOR Y COMIENZO DE SU PASION     10.- “Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. Estaban cenando, ya el diablo le había metido en la cabeza a Judas Iscariote, el de Simón, que lo entregara, y Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a Dios volvía, se levanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavarles los pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que se había ceñido. Llegó a Simón Pedro, y éste le dijo:
-«Señor, ¿lavarme los pies tú a mí?»
Jesús le replicó:

-«Lo que yo hago tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde.» Pedro le dijo:
-«No me lavarás los pies jamás.»
Jesús le contestó:
-«Si no te lavo, no tienes nada que ver conmigo.»

Simón Pedro le dijo:
-«Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza.»
Jesús le dijo:

-«Uno que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque todo él está limpio. También vosotros estáis limpios, aunque no todos.»
Porque sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: «No todos estáis limpios.» Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les dijo: -«¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis "el Maestro" y "el Señor", y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros; os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis.»”( San Juan 13, 1-15)

11.- El jueves Santo, día en que Jesucristo instituyo dos sacramentos, la Eucaristía y el Sacerdocio, del primero podemos hablar que es el sacramento principal para el catolicismo y el segundo Jesucristo les dio autoridad y poder para ser ministros suyos, es uno de los misterios celebrados por los cristianos todos los días.

 

12.- Ese día se suscita una de las escenas más inesperadas por los Apóstoles de Jesús, el lavatorio de los pies, la gente de aquel tiempo acostumbraba lavarse los pies al regresar a su morada, porque usaban un tipo de sandalia que entraba la tierra y se ensuciaban, Jesucristo no le importo agacharse y lavarles los pies ahí es donde Jesucristo enseña a sus Apóstoles a servir y ayudar al prójimo, es otra de las enseñanzas hermosamente expresadas en el Evangelio en que su Maestro les lavo les pidió que los hicieran uno con el otro y después con el prójimo, enseñémonos a servir al prójimo cuando se encuentre en dificultades, que así sea.

13.- “Entonces uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue donde los sumos sacerdotes,
y les dijo: ¿Qué queréis darme, y yo os lo entregaré? Ellos le asignaron treinta monedas de plata. Y desde ese momento andaba buscando una oportunidad para entregarle. El primer día de los Ázimos, los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: ¿Dónde quieres que te hagamos los preparativos para comer el cordero de Pascua? El les dijo: Id a la ciudad, a casa de fulano, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa voy a celebrar la Pascua con mis discípulos. Los discípulos hicieron lo que Jesús les había mandado, y prepararon la Pascua. Al atardecer, se puso a la mesa con los Doce. Y mientras comían, dijo: Yo os aseguro que uno de vosotros me entregará Muy entristecidos, se pusieron a decirle uno por uno: ¿Acaso soy yo, Señor? El respondió: El que ha mojado conmigo la mano en el plato, ése me entregará. El Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre es entregado! ¡Más le valdría a ese hombre no haber nacido!» Entonces preguntó Judas, el que iba a entregarle: ¿Soy yo acaso, Rabbí? Dícele: Sí, tú lo has dicho.” (Mateo 26, 14-25)
 

14.- La traición de una persona querida trae siempre un dolor muy profundo. Jesús ha vivido este dolor sin una reacción irascible, sino que ha hecho todo lo posible por evitar la violencia con Judas de tal manera que, cuando éste llega a Getsemaní con una turba de gente armada, Jesús no rechaza el beso del traidor. Se limita a hacerle ver su error con los ojos de la conciencia y del corazón: “¿Con un beso traicionas al Hijo del Hombre?”.

 15.- Es paradójico que un beso, un gesto afectivo, llegue a ser un acto de traición. Existe una bella oración que se recita en la Iglesia Oriental tomada de la antigua liturgia de san Juan Crisóstomo. Dice así: “Hijo de Dios, hazme hoy partícipe de tu místico convite, porque no revelaré el Misterio a tus enemigos, ni te daré el beso de Judas. Más bien, como el buen ladrón, te pido que te acuerdes de mí, Señor, cuando estés en tu Reino”. 16.- Generalmente este horrible hecho de traición se recuerda en la Liturgia del Miércoles Santo, en el Evangelio se nos presenta como a Judas el diablo le mete la idea de la traición, por treinta monedas, finalmente Judas no soporto la culpa y se suicido ahorcándose en un árbol, no seamos como Judas que nos dejamos llevar por las tentaciones de Satanás. 17.- El momento más importante de este día, es la Ultima Cena, en donde Jesucristo deja su cuerpo en forma de pan y su sangre en forma de vino, es importante recalcar que Jesucristo adelanto la cena pascual,(que es practicada por los judíos en Pascua), para poder cumplir con su misión, es bello pensar como Jesucristo dejo instituido este bello acto en la Eucaristía y dio el poder a sus Apóstoles para seguir con este bello Sacramento que lo vemos representado ahora por el sacerdote en la misa, reflexionemos y seamos mas activos en la Liturgia y preparémonos para vivir la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo. 

18.- En este día se realiza dos momentos litúrgicos, el primero La Santa Misa Crismal donde el Obispo, bendice el agua y el aceite que se utilizan en los distintos eventos litúrgicos del año, el segundo la Misa de la Ultima Cena en donde se recuerda el Lavatorio de los pies, reflexionemos y participemos activamente.

 5.- VIERNES SANTO, PASION Y MUERTE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.                19.- “C. En aquel tiempo, salió Jesús con sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón, donde había un huerto, y entraron allí él y sus discípulos. Judas, el traidor, conocía también el sitio, porque Jesús se reunía a menudo allí con sus discípulos. Judas entonces, tomando la patrulla y unos guardias de los sumos sacerdotes y de los fariseos, entró allá con faroles, antorchas y armas. Jesús, sabiendo todo lo que venía sobre él, se adelantó y les dijo: + -«¿A quién buscáis?» C. Le contestaron: S. -«A Jesús, el Nazareno.» C. Les dijo Jesús: + -«Yo soy.» C. Estaba también con ellos Judas, el traidor. Al decirles:«Yo soy», retrocedieron y cayeron a tierra. Les preguntó otra vez: + -«¿A quién buscáis?» C. Ellos dijeron:

S. -«A Jesús, el Nazareno.»
C. Jesús contestó:

+ -«Os he dicho que soy yo. Si me buscáis a mí, dejad marchar a éstos.»
C. Y así se cumplió lo que había dicho: «No he perdido a ninguno de los que me diste. » Entonces Simón Pedro, que llevaba una espada, la sacó e hirió al criado del sumo sacerdote, cortándole la oreja derecha. Este criado se llamaba Malco. Dijo entonces Jesús a Pedro: + -«Mete la espada en la vaina. El cáliz que me ha dado mi Padre, ¿no lo voy a beber?»

Llevaron a Jesús primero a Anás

C. La patrulla, el tribuno y los guardias de los judíos prendieron a Jesús, lo ataron y lo llevaron primero a Anás, porque era suegro de Caifás, sumo sacerdote aquel año; era Caifás el que había dado a los judíos este consejo: «Conviene que muera un solo hombre por el pueblo. »
Simón Pedro y otro discípulo seguían a Jesús. Este discípulo era conocido del sumo sacerdote y entró con Jesús en el palacio del sumo sacerdote, mientras Pedro se quedó fuera a la puerta. Salió el otro discípulo, el conocido del sumo sacerdote, habló a la portera e hizo entrar a Pedro. La criada que hacía de portera dijo entonces a Pedro: S. -«¿No eres tú también de los discípulos de ese hombre?»
C. Él dijo:
S. -«No lo soy.»

C. Los criados y los guardias habían encendido un brasero, porque hacía frío, y se calentaban. También Pedro estaba con ellos de pie, calentándose.
El sumo sacerdote interrogó a Jesús acerca de sus discípulos y de la doctrina. Jesús le contestó:

+ -«Yo he hablado abiertamente al mundo; yo he enseñado continuamente en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y no he dicho nada a escondidas. ¿Por qué me interrogas a mí? Interroga a los que me han oído, de qué les he hablado. Ellos saben lo que he dicho yo.» Triduo pascual 106

C. Apenas dijo esto, uno de los guardias que estaba allí le dio una
bofetada a Jesús, diciendo:
S. -«¿Así contestas al sumo sacerdote?»
C. Jesús respondió:
+ -«Si he faltado al hablar, muestra en qué he faltado; pero si
¡le hablado como se debe, ¿por qué me pegas?»
C. Entonces Anás lo envió atado a Caifás, sumo sacerdote.
¿No eres tú también de sus discípulos? No lo soy,

C. Simón Pedro estaba en pie, calentándose, y le dijeron:
S. -«¿No eres tú también de sus discípulos?»
C. Él lo negó, diciendo:
S. -«No lo soy.»
C. Uno de los criados del sumo sacerdote, pariente de aquel a quien
Pedro le cortó la oreja, le dijo:
S. -«¿No te he visto yo con él en el huerto?»
C. Pedro volvió a negar, y enseguida cantó un gallo.

Mi reino no es de este mundo

C. Llevaron a Jesús de casa de Caifás al pretorio. Era el amanecer, y ellos no entraron en el pretorio para no incurrir en impureza
y poder así comer la Pascua. Salió Pilato afuera, adonde estaban ellos,
y dijo:
S. -«¿Qué acusación presentáis contra este hombre?»
C. Le contestaron:
S. -«Si éste no fuera un malhechor, no te lo entregaríamos.»
C. Pilato les dijo:
S. -«Lleváoslo vosotros y juzgadlo según vuestra ley.»
C. Los judíos le dijeron:
S. -«No estamos autorizados para dar muerte a nadie.»
C. Y así se cumplió lo que había dicho Jesús, indicando de qué
muerte iba a morir.
Entró otra vez Pilato en el pretorio, llamó a Jesús y le dijo:
S. -«¿Eres tú el rey de los judíos?»
C. Jesús le contestó:

-«¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?»

C. Pilato replicó:

S. -«¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?» C. Jesús le contestó:

+ -«Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí.» C. Pilato le dijo:
S. -«Conque, ¿tú eres rey?»
C. Jesús le contestó:

+ -«Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz.» C. Pilato le dijo:
S. -«Y, ¿qué es la verdad?»

C. Dicho esto, salió otra vez adonde estaban los judíos y les dijo: S. -«Yo no encuentro en él ninguna culpa. Es costumbre entre vosotros que por Pascua ponga a uno en libertad. ¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?» C. Volvieron a gritar:
S. -«A ése no, a Barrabás.»
C. El tal Barrabás era un bandido.

¡Salve, rey de los judíos!

C. Entonces Pilato tomó a Jesús y lo mandó azotar. Y los soldados trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza y le echaron por encima un manto color púrpura; y, acercándose a él, le decían: S. -«¡Salve, rey de los judíos!»
C. Y le daban bofetadas.
Pilato salió otra vez afuera y les dijo:

S. -«Mirad, os lo saco afuera, para que sepáis que no encuentro en él ninguna culpa.»
C. Y salió Jesús afuera, llevando la corona de espinas y el manto color púrpura. Pilato les dijo: S. -«Aquí lo tenéis.»
Triduo pascual 108

C. Cuando lo vieron los sumos sacerdotes y los guardias, gritaron:
S. -«¡Crucifícalo, crucifícalo!»
C. Pilato les dijo:

S. -«Lleváoslo vosotros y crucificadlo, porque yo no encuentro culpa en él.» C. Los judíos le contestaron:

S. -«Nosotros tenemos una ley, y según esa ley tiene que morir, porque se ha declarado Hijo de Dios.»
C. Cuando Pilato oyó estas palabras, se asustó aún más y, entrando otra vez en el pretorio, dijo a Jesús: S. -«¿De dónde eres tú?»
C. Pero Jesús no le dio respuesta.
Y Pilato le dijo:

S. -«¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para soltarte y autoridad para crucificarte?» C. Jesús le contestó:

-«No tendrías ninguna autoridad sobre mí, si no te la hubieran dado de lo alto. Por eso el que me ha entregado a ti tiene un pecado mayor. »

¡Fuera, fuera; crucifícalo!

C. Desde este momento Pilato trataba de soltarlo, pero los judíos gritaban:
S. -«Si sueltas a ése, no eres amigo del César. Todo el que se declara rey está contra el César.» C. Pilato entonces, al oír estas palabras, sacó afuera a Jesús y lo sentó en el tribunal, en el sitio que llaman «el Enlosado» (en hebreo Gábbata). Era el día de la Preparación de la Pascua, hacia el mediodía. Y dijo Pilato a los judíos:
S. -«Aquí tenéis a vuestro rey.»
C. Ellos gritaron:
S. -«¡Fuera, fuera; crucifícalo!»
C. Pilato les dijo:
S. -«¿A vuestro rey voy a crucificar?»
C. Contestaron los sumos sacerdotes:
S. -«No tenemos más rey que al César.»
C. Entonces se lo entregó para que lo crucificaran.

Lo crucificaron, y con él a otros dos

C. Tomaron a Jesús, y él, cargando con la cruz, salió al sitio llamado «de la Calavera» (que en hebreo se dice Gólgota), donde lo crucificaron; y con él a otros dos, uno a cada lado, y en medio, Jesús. Y Pilato escribió un letrero y lo puso encima de la cruz; en él estaba escrito: «Jesús, el Nazareno, el rey de los judíos.»
Leyeron el letrero muchos judíos, porque estaba cerca el lugar donde crucificaron a Jesús, y estaba escrito en hebreo, latín y griego. Entonces los sumos sacerdotes de los judíos dijeron a Pilato:

S. -«No escribas:"El rey de los judíos", sino:"Este ha dicho: Soy el rey de los judíos".» C. Pilato les contestó:
S. -«Lo escrito, escrito está.»

Se repartieron mis ropas

C. Los soldados, cuando crucificaron a Jesús, cogieron su ropa, haciendo cuatro partes, una para cada soldado, y apartaron la túnica. Era una túnica sin costura, tejida toda de una pieza de arriba abajo. Y se dijeron:
S. -«No la rasguemos, sino echemos a suerte, a ver a quién le toca. » C. Así se cumplió la Escritura: «Se repartieron mis ropas y echaron a suerte mi túnica.» Esto hicieron los soldados.

Ahí tienes a tu hijo. Ahí tienes a tu madre

C. Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre: + -«Mujer, ahí tienes a tu hijo.»
C. Luego, dijo al discípulo:
+ -«Ahí tienes a tu madre.»
C. Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa.

Está cumplido

C. Después de esto, sabiendo Jesús que todo había llegado a su término, para que se cumpliera la Escritura dijo: + -«Tengo sed.»
Triduo pascual 110

C. Había allí un jarro lleno de vinagre. Y, sujetando una esponja empapada en vinagre a una caña de hisopo, se la acercaron a la boca. Jesús, cuando tomó el vinagre, dijo: + -«Está cumplido.»
C. E, inclinando la cabeza, entregó el espíritu.

Todos se arrodillan, y se hace una pausa.

Y al punto salió sangre y agua

C. Los judíos entonces, como era el día de la Preparación, para que no se quedaran los cuerpos en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día solemne, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que los quitaran. Fueron los soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al otro que habían crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el costado, y al punto salió sangre y agua. El que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero, y él sabe que dice verdad, para que también vosotros creáis. Esto ocurrió para que se cumpliera la Escritura: «No le quebrarán un hueso»; y en otro lugar la Escritura dice: «Mirarán al que atravesaron.»

Vendaron todo el cuerpo de Jesús, con los aromas

C. Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo clandestino de Jesús por miedo a los judíos, pidió a Pilato que le dejara llevarse el cuerpo de Jesús. Y Pilato lo autorizó. Él fue entonces y se llevó el cuerpo. Llegó también Nicodemo, el que había ido a verlo de noche, y trajo unas cien libras de una mixtura dé mirra y áloe.
Tomaron el cuerpo de Jesús y lo vendaron todo, con los aromas, según se acostumbra a enterrar entre los judíos. Había un huerto en el sitio donde lo crucificaron, y en el huerto un sepulcro nuevo donde nadie había sido enterrado todavía. Y como para los judíos era el día de la Preparación, y el sepulcro estaba cerca, pusieron allí a Jesús.” (Juan18, 1-19,42)

20.- El Viernes Santo es el día de pasión y muerte del Señor y del ayuno pascual como signo exterior de nuestra participación en su sacrificio

Este día no hay celebración eucarística, pero tenemos la acción litúrgico después de medio día para conmemorar la pasión y la muerte de Cristo. Cristo nos aparece como el Siervo de Dios anunciado por los profetas, el Cordero que se sacrifica por la salvación de todos.

 

21.- La cruz es el elemento que domina toda la celebración iluminada por la luz de la resurrección, nos aparece como trono de gloria e instrumento de victoria; por esto es presentada a la adoración de los fieles.

 

22.- El Viernes Santo no es día de llanto ni de luto, sino de amorosa y gozosa contemplación del sacrificio redentor del que brotó la salvación. Cristo no es un vencido sino un vencedor, un sacerdote que consuma su ofrenda, que libera y reconcilia, por eso nuestra alegría.

 Meditación del Viernes SantoTema: Cristo, modelo de la vivencia del celo apostólicoFruto - Petición: 

23.- Jesucristo, que viendo tu ejemplo de dinamismo, entusiasmo y deseos de cambiar el mundo, no me quede con los brazos cruzados, sino que siga tu ejemplo y me lance con intrepidez a hacerte reinar en los corazones de mis hermanos los hombres.

 Puntos a Meditar: Cristo, hombre posesionado por la misión 

24.- Cristo se presenta como un hombre entregado a la realización del plan del Padre: salvar al hombre. Toda su vida está polarizada en torno a la misión. En el campo de las relaciones humanas todo lleva una intencionalidad, no hay lugar en Él para una amistad neutra, sabe orientar todo hacia el anuncio del Reino de Dios. Así, cuando algunos discípulos de Juan Bautista quieren saber quien es Él, que hace, donde vive, les invita a acompañarle; después de la conversación, éstos jóvenes inquietos han sido ganados para la causa del Reino. Cuando entabla conversación con la mujer de Samaria (Jn 4, 4 ss) como sabe llegar con finura psicológica y con habilidad pedagógica hacia una realidad trascendente, hacia el terreno de su misterio personal y de su misión.

 

El alimento de Cristo

 

25.- Necesitamos, como Cristo, no tener otro alimento que la voluntad del Padre. Alimentar nuestra psicología, criteriología, nuestro mundo afectivo y sentimental, nuestra voluntad con la riqueza, el esplendor y la enjundia del Plan de Dios.

A Cristo todas las realidades materiales le hablan de Dios, todo es oportunidad para anunciar el mensaje de Dios.

  

Cristo un hombre dinámico

 

26.- En toda la vida de Cristo, en su persona y en su psicología, una fuerte tensión: no es un tipo apático, amorfo, flemático, comodón, instalado, sino un hombre que mira hacia el horizonte del mundo, escruta los signos de los tiempos, lucha y se esfuerza con ímpetu por llevar al cabo la tarea encomendada. Es un hombre dinámico, impaciente, si podemos hablar así, por la misión: " Yo he venido a echar fuego sobre la tierra. ¿Y qué he de querer sino que encienda?" Tengo que recibir un bautismo, ¡y como me consumo hasta que se cumpla! ¿Pensáis que he venido a traer la paz a la tierra? No he venido a traer la paz, sino la espada." (Lc 12, 49-51).

 

27.- Jesucristo nunca renuncio a su misión, sin embargo tuvo miedo, como humano que era, pero esto no fue un impedimento, el durante toda su vida fue un peregrinar a darse a conocer como el Hijo de Dios, aquel que fue prometido por muchos en el Antiguo Testamento.

 

28.- En la Cruz se encontraba Jesucristo con dos ladrones, Dimas y Gestas, de los cuales el Evangelio habla muy poco de ellos, ellos habían sido acusados de varios crímenes, Gestas muy incrédulo le dice que lo baje sus ángeles si es realmente el Mesías, en cambio Dimas cree y le dice “Señor acuérdate de mi cuando estés en tu reino” a lo que Jesucristo le responde “Te aseguro que hoy estarás conmigo” en esto podemos observar como Dimas cree y se arrepiente y Gestas, por en cambio, duda del Mesías.

 

29.- En ese momento se encontraba La Santísima Virgen y Juan el apóstol amado, Jesucristo deja a Juan como hijo de Maria, y Maria como su madre para que la cuidara y la protegiera.

 

30.- Antes de morir Jesús exclamo “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen”, tristemente la mayoría de los judíos nunca reconocieron a Cristo como el Mesías prometido por los profetas.

 

31.- Antes de morir Jesucristo grito: “Esta cumplido” (según San Juan) e inclino la cabeza y suspiro, con esto se cumplió las Escrituras.

 

32.- Después un soldado romano para asegurar de que había muerto le aventó una lanza y le salio agua de tanta sangre que se había derramado.

 

33.- Se apresuraron a ponerlo en el sepulcro porque estaba próximo el Shabatt (día de descanso de los judíos).

 

34.- El Viernes Santo es un día triste pero también especial porque es el momento en que Jesucristo cumplió con su misión  y subió al cielo.

Realicemos un ayuno especial para conmemorar este acto de bondad por parte del Hijo de Dios.

  6.- SABADO SANTO “JESUCRISTO DECIENDE A LOS INFIERNOS Y SE LLEVA A LAS ALMAS BUENAS”             

35.- El Sábado Santo es un día litúrgicamente casi muerto, sólo se reza la Liturgia de las Horas, pero no hay misa ni Eucaristía.
Tal vez hasta lo pasamos por alto, como intermedio entre el Viernes Santo y la Misa de Vigilia, que corresponde ya al domingo.
Sin embargo, «no duerme ni descansa el Guardián de Israel», como dice el salmo; ¡Jesús está en plena actividad!:

36.- «Pues también Cristo, para llevarnos a Dios, murió una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, muerto en la carne, vivificado en el espíritu.
En el espíritu fue también a predicar a los espíritus encarcelados, en otro tiempo incrédulos, cuando les esperaba la paciencia de Dios…» (1Pe 3,18ss)

37.- En Sábado Santo, mientras el mundo cree que ha obtenido la victoria contra el Cristo de Dios, se está cumpliendo lo que recitamos en el Credo: el descenso a los infiernos, el rescate no ya de los que vivían en la época de Jesús, no ya de los que tuvimos la gracia de nacer después, cuando ya se podía andar a la luz, sino el de los muertos en Adán; el rescate de todos aquellos que lo buscaron en medio de unas tinieblas que a nosotros no nos tocó conocer.

38.- Porque nosotros nacimos en un mundo enteramente distinto, en un mundo que ya había sido redimido. Sin embargo, antes de eso hubo mucha historia, una historia esquiva y dolorosa, en que aquellos que apostaban a la fidelidad a Dios, carecían de la verdadera esperanza, la que tiene su término en Dios:

«No alaban los muertos a Yahvé,
ni ninguno de los que bajan al Silencio.» (Salmo 115)

39.- En Sábado Santo, es el mundo el que queda sumido en su nada: porque no está Dios, no está su Cristo. El Espíritu está trabajando, pero su trabajo no se ve ni se siente. El viento inconmensurable que revoloteaba y vibraba sobre las aguas caudalosas el primer día de la creación, descendió ahora hacia el abismo y ya no se ve. El mundo es, por unas horas, un desierto helado, porque ni las palabras pueden tener sentido si no está la Palabra que las hace comprensibles.

7.- DOMINGO DE RESURRECCION LA SANTA Y GLORIOSA RESURRECCION DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO “GLORIA A DIOS EN EL CIELO Y EN LA TIERRA”

  40.- “El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.
Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien tanto quería Jesús, y les dijo:
-«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto. »
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró.
Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte.
Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.
Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.” (San Juan 20,1-9)
 

41.- ¡Aleluya!, Jesucristo Nuestro Señor ha resucitado de entre los muertos, y con esto ha vencido a la muerte y ha salvado a toda la humanidad.

 

42.- Estaban satisfechos los enemigos de Jesús porque creían que todo había terminado. Jesús se había convertido en una pesadilla para ellos. Ahora, ya están tranquilos. También los amigos de Jesús creían que con su muerte había llegado el final. La fe de todos se tambaleó. Sólo María, la Madre de Jesús, se mantuvo firme, sin ninguna sombra de vacilación. La vela del tenebrario que queda encendida después de todas apagadas en maitines. Se lleva detrás del altar y se saca después. Es la fe de María. María Magdalena no hacía más que llorar. Para ella nada tenía ya sentido. Jesús ya no está con ellos. Su cadáver está en el sepulcro. Ella hacía poco tiempo que había derrochado una fortuna para ungirle con perfume. Judas la criticó y Jesús la defendió porque le había perfumado proféticamente ungiéndole para la sepultura. El viernes, a las tres de la tarde, todo se había consumado. José de Arimatea y Nicodemo le amortajaron y le enterraron. María Magdalena quiso perfumarle también, después de muerto, una vez transcurrido el descanso legal del Sábado judío. 
 

43.- Cargada iba de perfumes y llorando camino del sepulcro del Jesús que le había cambiado la vida y se la había llenado de alegría. ¡Pero qué impresión tan fuerte cuando vio el sepulcro abierto y las vendas depositadas y plegadas sobre el sepulcro! Juan 20,1. 

 

44.- Corriendo ha ido a anunciar lo que ha visto a los Apóstoles. Pedro y Juan escuchan y reciben el mensaje de María Magdalena y van corriendo al sepulcro. "Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó". Sólo en esta ocasión dice el Evangelio que alguien cree en la Resurrección al ver el sepulcro vacío. El evangelista tiene en cuenta que la mayoría de lectores a quienes no se les ha aparecido Cristo Resucitado, han de creer sin haberle visto. Juan quiere demostrar que si él ha creído sólo por haber visto el sepulcro vacío, y antes de sus apariciones personales, no es necesario verle resucitado, para creer en la resurrección. 
 

45.- Para él fue un hecho inesperado, insólito, nuevo: "No había aún entendido la Escritura que dice que El había de resucitar de entre los muertos". Los Apóstoles se fueron. Y María se quedó junto al sepulcro, llorando... "Se volvió hacia atrás y vió a Jesús allí de pie, pero no sabía que era Jesús. Jesús le dijo: "Mujer, por qué lloras? ¿A quién buscas?". -"María". -"Maestro" (Jn 20,11). Cristo se aparece a una mujer, porque como fue una mujer la causa del pecado de Adán, ha de ser una mujer la que anuncie a los hombres la resurrección y por tanto, la liberación del pecado.

 46.- "Jesús le dijo: " (Jn 20,17). María deja alejarse a su Amado. San Juan de la Cruz cantará con voz sublime el alejamiento del Amado: "¿Adónde te escondiste, Amado, - y me dejaste con gemido? -Como el ciervo huiste - habiéndome herido, - salí tras tí clamando - y eras ido".
 

47.- Otra vez María en busca de los discípulos. El amor es activo, no puede estar quieto. "Qui non zelat non amat", dice San Agustín. El encuentro con Jesús engendra caminos de búsqueda de hermanos para anunciarle. La experiencia de la belleza y del amor impone psicológicamente la comunicación de lo que se experimenta, de lo que se goza. Por eso sólo puede anunciar a Cristo con fruto, quien ha experimentado su amor. Los apóstoles son testigos de la resurrección porque han visto a Jesús, el que bien conocían, vivo entre ellos después de la resurrección. Vieron que no estaba entre los muertos, sino vivo entre ellos, conversando con ellos, comiendo con ellos. No anunciaron una idea de la resurrección, sino al mismo Jesús resucitado, con una nueva vida, que no era retorno a la mortal, como Lázaro, sino inmortal, la vida de Dios. Ha vencido a la muerte y ya no morirá más.

48.- Pedro, testigo de la resurrección, repite una y otra vez: "que lo mataron colgándolo de un madero, pero Dios lo resucitó al tercer día y nos lo hizo ver a nosotros que hemos comido y bebido con él después de la resurrección. Los que creen en él reciben el perdón de los pecados" Hechos 10,34. En consecuencia: "Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, no los de la tierra" Colosenses 3,1.
 

49.-  Si María Magdalena se hubiera cerrado en su decaimiento, la resurrección habría sido inútil. María Magdalena hizo, como Juan y Pedro, lo que debieron hacer: salir, abrirse, comunicar. Es el mejor remedio para curar la depresión. San Ignacio aconseja "el intenso moverse" contra la desolación (EE 319). De esta manera, la sabia colaboración de todos, ha conseguido la manifestación de Cristo Resucitado. 
 

50.- Proclamemos que "este es el día grande en que actuó el Señor: sea el día de nuestra alegría y de nuestro gozo" (Salmo 117). Exultemos de gozo con toda la Iglesia, porque éste es el gran día de la actuación de las maravillas de Dios. "¿De qué nos serviría haber nacido, si no hubiéramos sido rescatados?" (Pregón Pascual). 

 51.- Y así como Cristo ha resucitado, nos resucitará a nosotros. Vivamos ya ahora como resucitados que mueren cada día al pecado. La resurrección se va haciendo momento a momento. Es como el crecimiento de un árbol, que no crece de golpe, sino imperceptiblemente. Tendremos tanta resurrección cuanta muerte. Con el auxilio de la gracia siempre actuante en nosotros. "Anunciamos tu muerte, proclamamos tu Resurrección, Señor Jesús". AMEN

 8.- CONCLUSION  

52.- Para terminar mis reflexiones de Semana Santa quisiera citar la frase al comienzo del presente documento, “Nuestro Señor Jesucristo, siendo rico, por vosotros se hizo pobre” (2 Cor 8,9), es cierto si lo vemos de una forma detallada se hizo pobre de su inmensa gloria para poder realizar su misión como ya lo citamos.

 

53.- “El Señor es mi pastor nada me faltara” (Salmo 23,1) es un salmo muy hermoso que nos habla en que Jesucristo es ese pastor al que se refería el Rey Salomón en su Libro de los Salmos, en que Jesucristo en nuestro guía y nuestro protector en las dificultades de la vida diaria y que ahora en la Semana Santa podremos ver su significado tan grande.

 

54.- Finalmente quisiera terminar con dos puntos, el primero que nos encomendemos a Maria Santísima como madre protectora a que nos cuide y vele por nosotros, y el segundo quisiera terminar con una oración muy hermosa en donde habla del Dios omnipotente, que Dios Nuestro los bendiga y que tengan Felices Pascuas de Resurrección. 

 Dios todopoderoso, que por nuestra redención entregaste
 a tu único Hijo a la muerte en la cruz, y por su gloriosa
resurrección nos libraste del poder de nuestro enemigo,
 concédenos morir diariamente al pecado, de tal manera
que, en el gozo de su resurrección, vivamos siempre con
Jesucristo tu Hijo nuestro Señor, que vive y reina contigo
y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y siempre.  Amén.

 Dado en Queretaro, Querétaro, México, el dieciséis de Marzo del año dos mil ocho, Solemnidad del Domingo de Ramos.  

RODRIGO PEREZ ALVA

CITAS BIBLIOGRAFICAS:

 

Ø      2 Cor 8,9 de la Santa Biblia

Ø      Mensaje de Su Santidad Benedicto XVI para la Cuaresma 2008

Ø      Mateo 21, 1-11 de la Santa Biblia

Ø      Juan 13, 1-15 de la Santa Biblia

Ø      Mateo 26, 14-25 de la Santa Biblia

Ø      Juan18, 1-19,42 de la Santa Biblia

Ø      Meditación del Santo Triduo Pascual por el Papa Juan Pablo II

Ø      Juan 20,1-9 de la Santa Biblia

Ø      Juan 20,11 de la Santa Biblia

Ø      Lucas 12, 49-51 de la Santa Biblia

Ø      Frases de San Agustín de Hipona

Ø      Hechos 10,34 de la Santa Biblia

Ø      Colosenses 3,1 de la Santa Biblia

Ø      Salmo 117 de la Santa Biblia

Ø      Pregón Pascual

Ø      Salmo 23,1 de la Santa Biblia

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